viernes, 22 de agosto de 2014

Mi Nikon D80 "ha muerto", bienvenida Fujifilm X-S1

Casi seis años, 44.200 fotografías, cuatro largos viajes (incluyendo cruzar el Atlántico) no son mala biografía para una cámarade "aficionado" como clasificaban las revistas a mi cámara Nikon D80. Una cámara que adquirí de oferta cuando estaba ya a la venta su sustituta la D90 y que me ha proporcionado grandes momentos fotográficos y con la que he disfrutado mucho y he aprendido mucha fotografía.

Vida media de una Nikon D80


Pero es una máquina y por muy buena o resistente que sea, tiene un desgaste inherente a su utilización y el pasado viernes 15 de agosto el obturador de mi cámara ha dicho basta.
No me quejo para nada de su vida útil, al contrario. Sé que si la llevo a reparar no me costará demasiado dejarla operativa de nuevo. Pero no quiero gastarme un "pastizal" y que se rompa otra pieza dentro de poco. Además, me gustan mucho las cámaras Réflex, pero estoy algo cansado de llevar de viaje mucho equipo y estar cambiando objetivos, limpiando la cámara, etc. Así que he decidio jubilarla, además sin reparar (ya tocará a su debido tiempo) y dejarla descansar que ya le toca.

44.203 fotos son muchas fotos.


Así que tras valorar el uso que le doy a mis cámaras (viajes, paseos en moto, excursiones, deportes, y el día a día) y prospectar el mercado me he decidio volver a las cámaras prácticas, compactas y que no necesiten más objetivos que el que lleva de serie. Quería una cámara  de "batalla", cómoda de agarre, con suficiente zoom y resolución para hacer fotos con garantías suficientes (no necesito más de 12 Mp de sensor), ergonómica, discreta y...económica. 
Al final, me he decantado por la Fujifilm X-S1, una todoterreno japonesa (además es Made in Japan) que cumple con todos los requisitos que he mencionado anteriormente...y el del precio sobradamente.



Por ahora estoy leyendo el manual, haciendo pruebas de cara a las próximas vacaciones y desde luego estoy contento, es grandota, tiene muy buen agarre y combina a la perfección el trabajo manual con automatismos que facilitan mucho la vida en situaciones en las que no quieres perder tiempo en "pensar" demasiado las caracterísiticas de la escena y sólo en buscar encuadre y poco más.

Además aún tengo mis clásicas que, estas sí,  son totalmente manuales y analógicas y permiten un juego mucho más creativo y personal en la fotografía.


Ahora, sólo queda ponerse manos en la masa y disparar, disparar y disparar. Ya iré mostrando cómo responde la "Fuji".



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