Un Dakar sin cambiar marchas:
http://www.dakar.com/dakar/2014/es/etapa-13/el-taller.html
Al término de los 9.500 km de recorrido del Dakar en 2014, los
participantes de todas las categorías tendrán callos en la mano de tanto
manejar el cambio de velocidades de sus vehículos, a razón de miles de
veces por día. ¿Todos? Pues no, porque las “pulgas” del pelotón de
coches, los Polaris RZR del equipo Xtrem+, presentan la particularidad
de no obligar a sus pilotos a realizar cambios de marcha. He aquí la
explicación.
Conocidos en ocasiones como los “carritos de golf” del vivac, estos
pequeños buggys Polaris son en realidad vehículos comerciales compactos
con tracción a las 4 ruedas equipados con un motor de quad de 900 cc y
diseñados por el equipo Xtrem Plus. A medio camino entre un coche y un
quad, los RZR 900 dan la nota por su estética en el pelotón de coches,
aunque también llaman la atención por sus condiciones técnicas, ya que
solo tienen 3 marchas: marcha atrás, marcha corta y marcha larga. Eso es
simplificarle la vida al piloto y lo demás son tonterías.
“Partimos
con ventaja en las dunas, porque el par se mantiene constante y da
igual que el motor no desarrolle más de 95 caballos, porque como pesa
solo 900 kg, va fabuloso”, confiesa Willy Alcaraz, con 23 Dakar a sus
espaldas y vencedor de la categoría de pilotos en solitario en las dos
últimas ediciones al volante del Polaris. “De hecho, es hasta nuestro
terreno favorito porque, al contrario que el resto de vehículos,
nosotros no corremos el riesgo de equivocarnos al elegir la marcha, o de
acelerar mucho o quedarnos cortos. El variador de velocidad se ocupa de
todo, elige el par motor que hace falta y andando. El único pero es que
bajando no hay freno de motor, por lo que en las dunas hay que ir
jugando con el acelerador y el freno para no volcar. Y bueno, claro, que
con 110 km/h de velocidad máxima frente a los 150 de los demás, estamos
‘un poco' en desventaja cuando se trata de correr; sin embargo, cuando
la cosa se pone técnica, nos va genial. Además, como no hay embrague,
¡se puede frenar con el pie izquierdo como en los karts! Es facilísimo
hacerse con los mandos”.
Ahora bien, en el capítulo técnico, todo
es un poco más complicado, tal y como nos explica Nicolas Garnier,
responsable de diseño del Polaris en Xtrem Plus. “El único
inconveniente, el verdadero punto débil de los variadores, es la correa,
que se puede calentar hasta romperse cuando hay etapas largas, y más en
las condiciones extremas de polvo y arena que impone el Dakar. Por eso
hemos trabajado mucho en la estanqueidad del cárter y hemos instalado un
sistema de refrigeración específico con sensores que informan al piloto
de la temperatura dentro del cárter. Os puedo decir que funciona de
maravilla… ¡porque este año no hemos roto ni una sola correa! Siempre
utilizamos correas originales, pero las cambiamos todas las noches por
precaución. Además, salvo para la refrigeración, al final solo empleamos
piezas de distribuidores Polaris, lo cual tiene su lógica, porque el
motor y nuestros variadores salen directamente de la cadena de montaje.
En realidad, tenemos dos variadores, uno primario sobre el motor y otro
secundario sobre la caja de cambios, unidos por una correa. Los dos
actúan simultáneamente para mantenerse siempre en las condiciones de par
y potencia más favorables para el motor. Los demás tienen que usar la
caja de cambios para encontrar la mejor relación de potencia y el
régimen correcto del motor, pero para nosotros es automático. Al inicio
de la especial, el piloto pone la marcha larga y ya está, ¡solo tiene
que ocuparse del volante! Muchísimo más fácil, dónde va a parar”.
Más
fácil… y más eficaz, porque puede ser que los dos “carritos de golf”
despierten alguna sonrisa que otra en el vivac, pero han llegado los dos
a la meta de Valparaíso entre los 40 mejores pilotos, que conste en
acta. Ojo, porque no pueden decir lo mismo todos los pesos pesados que
se presentaron en Rosario…
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